«Un programa integrado de desarrollo de las competencias linguísticas y comunicativas»
A partir de las dos ultimas décadas, la investigación y la práctica pedagógico han demostrado claramente la conveniencia de abordaje el desarrollo de múltiples funciones del lenguaje como una facultad de los alumnos y las alumnas para construir significados y comunicarlos a los otros con propósitos definidos; es decir, utilizar el lenguaje para crear, para procesar variadas informaciones y establecer múltiples interacciones.
Vistos así el lenguaje oral, la lectura y la escritura constituyen practicas culturales; los alumnos y alumnas aprenden sus usos, funciones, significados y convenciones a través de la interacción con sus familias, sus padres, su comunidad escolar, vecinal o étnica, todos los cuales utilizan el lenguaje en contextos específicos, para usos que le son propios. Resulta entonces, que aprende a hablar, a leer y escribir significa, entre otras cosas, aprender a participar en eventos comunicativos. En tal sentido la actividad la actividad a través de la cual se enseña, reviste una gran importancia respecto al aprendizaje del lenguaje; es decir, no es únicamente los contenidos que se abordan los que importan, sino también lo que se hace con ellos; la actividad es una parte medular de lo que se aprende. Por estas razones resulta tan importante la forma atreves de la cual los alumnos y alumnas enfrentan la comunicación oral, la lectura y la escritura; es estas forma la que les permite aprender cómo y por qué se utiliza el lenguaje, en situaciones reales.