Una novela puertorriqueña… y un tratado psicológico… a la vez, escrito por uno de los más reconocidos y distinguidos psicólogos del país.
Este escrito, recuento y/o novela en el describir la vida de cuatro jóvenes puertorriqueños, que emigran a la ciudad de Nueva York, y regresan a la Isla; comunica la tesis que el hombre es hacedor (sastre) de su propia vida (traje), es el responsable de sus éxitos y fracasos, de lograr una consciencia tranquila o intranquila, como podría decir el distinguido escritor mejicano, Carlos Fuentes.