En las últimas décadas la ciencia cognitiva se ha interesado por conocer de forma científica el desarrollo de la mente, su manera de procesar información, el cómo resuelve problemas…, todo lo cual ha llevado en un principio a los psicólogos a desarrollar un corpus teórico que, aun que necesario, se ha convertido en ciertos momentos en ineficaz, ya que la «realidad empírica» por así decirlo sigue igual, niños y jóvenes continúan fracasando en el sistema educativo y lo que es más grave siguen teniendo problemas de aprendizaje.
Es por lo que algunos psicólogos, dentro de esta ciencia que se ha denominado cognitiva, han ido desarrollando la investigación cognitiva y una nueva teoría sobre cómo se desarrolla el aprendizaje. Esto proporciona una serie de implicaciones educativas que van más allá de los contenidos curriculares y se dirigen a los recursos metodológicos explicitados en los programas de entrenamiento, cuya finalidad última es la de facilitar el desarrollo del aprendizaje cognitivo en los niños.
El Programa de Entrenamiento Cognitivo para niños pequeños, propone una metodología nueva dentro de la aplicación cognitiva en el campo educativo. Las últimas reformas educativas inciden en la necesidad de que las niñas y los niños aprendan a pensar, es decir, que desarrollen habilidades y adquieran estrategias adecuadas para resolver problemas tanto cognitivos como sociales. El «Programa de Entrenamiento Cognitivo para Niños Pequeños» quiere facilitar esta tarea. Ha sido aplicado a niñas y niños de Educación Infantil y de Educación Primaria. Su metodología de intervención se puede transferir a cualquier etapa educativa y material curricular.
Puede ser empleado en la práctica diaria del profesorado, ya que introduce de forma sencilla y motivadora presupuestos metodológicos fundamentales para el buen desarrollo cognitivo y social de los alumnos. También puede utilizarse en el ámbito clínico. Su estructura y los instrumentos de evaluación hacen posible un análisis particular de cada uno de los alumnos, por lo que puede ser utilizado de forma colectiva (en aulas, en agrupamientos) o individual (en apoyos educativos o en intervenciones clínicas). La gradación de las unidades de trabajo en niveles progresivos de dificultad permite su empleo también con aquellos alumnos que presenten necesidades educativas especiales por discapacidad, deprivación o sobredotación.