Neurociencia cognitiva es la disciplina que engloba la interface entre psiquiatría y neurología, también entre psicología cognitiva y neuropsicología, basada en el estudio de biomarcadores que permiten estudiar la mente humana y el cerebro.
Desde resonancia funcional del cerebro, tomografía computada por emisión de positrones, electromagnetografía, neuroimágenes anatómicas de gran resolución y el estudio del genoma humano.
Este último clave para el conocimiento de funciones normales o patologías asociadas a genes o a la combinación de los mismos (incluso variaciones poblacionales de un sólo nucleótido, conocido como SNP).
Todo reforzado por el desarrollo del revolucionario estudio Gwas (Estudio de asociación del genoma completo) que es el estudio de la relación entre rasgos, enfermedades, genes y nucleótidos presentado en 2009 por la científica Teri MAnolio del National Human Genome Research Institute (NHGRI).
Nace así un conjunto de subdisciplinas desde la neuropsiquiatría, que estudia las causas biológicas de las patologías conductuales y también las causas corporales que puedan dar trastornos psíquicos. También otras, como la aplicación de la neurociencia cognitiva a la economía (neuromarketing), al derecho (neuroderecho), a la política (neuropolítica), a la ética (neuroética) y a la religión (neuroteología), entre otras.