Eduardo Lalo emprende en Los países invisibles un periplo narrativo y filosófico por Europa. Con un discurso híbrido que acomoda con agilidad el diario de viajes, la crónica y el ensayo filosófico, el autor desarrolla una visión ex-céntrica que, lejos del tópico de la victimización tercermundista, emprende una contraconquista conceptual de Occidente.
Así, ¨escribir desde la invisibilidad¨, ¨escribir desde el lado oscuro de la geografía¨ potencia una visión única de Occidente, ese Otro cuya miopía le impide reconocer ¨la ficción de su invención, de sus leyes y de su grandilocuencia¨.
El autor fragua en este texto nuevas posibilidades discursivas para que los habitantes de geografías ¨periféricas¨ asuman su destino cultural liberados de las miradas que a menudo los deforman o niegan.