Este libro pretende alejarse de las etiquetas y evitar darle un sesgo patológico a la palabra «adoptado» como sinónimo de problemático y de entender la presencia y dificultades de los menores adoptados y sus familias de forma distinta y a modo de prevención. La adopción es una experiencia que puede ser curativa, y para que así sea hay que poner en marcha recursos de muy variado origen. La resiliencia es el eje de esos recursos, ya que los esfuerzos terapéuticos están orientados hacia la fuerza y la potencialidad de reconstrucción del ser humano.
Este libro se dirige a todos los profesionales de la enseñanza (educadores, orientadores, pedagogos), de la clínica y la salud (psicólogos, médicos), del derecho, y de lo social (trabajadores sociales) vinculados por su trabajo o preocupación al mundo de la infancia y la familia, y con él, al campo específico de la adopción internacional.