En este libro el autor nos presenta algunas interrogantes de nuestros saberes y competencias como terapeutas: hurga en nuestras dificultades, limitaciones, allí donde somos más frágiles en nuestro quehacer para trabajar mejor los intereses de nuestros pacientes. Revisa con seriedad los aportes más novedosos que nos obligan a flexibilizar nuestras perspectivas y nos expone de un modo incisivo a estudiar nuevas modalidades en un intento por acortar la brecha entre la teoría y la clínica.
Para lograrlo se adentra en el cuestionamiento de los protocolos prescritos, proponiendo desafíos tales como la aplicación de abordajes modulares, donde el terapeuta con sentido común y extrema sensibilidad diseña de forma original, un recorrido particular a la medida de cada paciente encabezado por recurso ya probados.