¿Tiene ganas de ayudar a su hijo en su aprendizaje y que participe en la VIDA con mayúscula? ¡La cocina es la respuesta! Elaborar recetas juntos le permitirá poner en práctica numerosas actividades Montessori cuyos beneficios, desde el cerebro hasta el estómago, son numerosos y extraordinarios.
¿A su hijo le cuesta escribir? Ayúdele a desarrollar la musculatura de sus dedos y las muñecas amasando la base de una tarta. ¿La maestra le ha comentado su falta de concentración? Póngalo a desgranar guisantes. ¿Le cuesta tener confianza en sí mismo? Enséñele a utilizar un cuchillo y a cascar un huevo él solo. ¿Le interesan las letras y los números? Aproveche algunas recetas para trabajar la fonología ¡o repase las proporciones haciéndole medir ingredientes!