En la etapa de la adolescencia y primera juventud surgen ciertas conductas desadaptadas, algunas resultan novedosas, como las apuestas o el abuso de internet, y otras son más conocidas, como el uso de drogas o la conducta antisocial.
Estas conductas van desapareciendo, en la mayoría de las personas según van integrándose en la vida adulta, sin embargo, en otras se mantienen hasta convertirse en conductas de riesgo y, además, en ciertos casos persisten y mutan en problemas estables como la adicción.