Decepciones por amores erróneos, desencontrados, maternidades conflictivas, nacidas de vínculos violentos o impasibles; errancia y resignación; tedio y desesperanza son experiencias que atraviesan las mujeres, los hombres y los jóvenes que pueblan los relatos urbanos de Emoticons, estados, emociones y sentimientos intensos en los que la posibilidad de establecer interacciones y lazos amorosos genuinos resulta condenada al fracaso.
Nutridas por la desmesura, donde despuntan la ironía, lo risible, lo trágico y el absurdo, las historias perfilan sujetos al borde de una crisis, al límite de su propia identidad, casi siempre a la búsqueda de una zona de redención y amparo.