El acto mismo de provocar la propia muerte es una conducta contra evolutiva que desafía nuestros instintos más primarios de supervivencia. La muerte en personas de avanzada edad es un hecho común que se entiende como el fin de la etapa de la vida, cuya tristeza en los familiares y amigos que le sobreviven provoca gran dolor.
Ese dolor se acrecienta cuando la muerte de ese familiar o amigo es prematura, y en el caso de los padres del fallecido se sienten responsables y ven la pérdida como un fracaso y con un sentimiento de gran culpabilidad. Es una de las experiencias más duras, difíciles y dolorosas que puede sufrir el ser humano. Cuando la muerte de una persona joven ha sido causada por propia voluntad y no por causas ajenas, todo el sentimiento de desesperación y frustración se acompaña del de impotencia y duda de si pudieron haber hecho algo para impedir que ese joven decidiera suicidarse.
Cuando se produce un hecho así en el entorno escolar la actuación de los docentes es fundamental, pero muchas veces no saben cómo afrontarlo y tratarlo con sus alumnos. En esta guía el docente encontrará la información, el guion y la ayuda que necesita para centrarse en el tratamiento que puede dar al suceso con el grupo de sus alumnos, ayudándoles y ayudándose.