Educar.
Es sacar de cada hijo su mejor yo. Una definición poética pero real, porque los padres, más que moldear a nuestros hijos, debemos intentar sacar de cada uno lo mejor que puede llegar a ser.
Entre.
Significa sumar. No se trata de repartir las tareas “entre” los padres, sino de compartir “entre” los dos un mismo criterio que contemple la exigencia y el cariño.
Dos.
Es mucho más que un número. Al estar precedido del “entre”, sobrepasa el valor cuantitativo y se convierte en una relación. Lo importante es la unión que se establece entre los padres, porque la educación de los hijos depende, más de lo que podríamos sospechar, de la buena relación de la pareja.
Como no puede ser de otra manera, este libro lo escribimos entre dos. No está en nuestro ánimo aleccionar, ni mucho menos, sino compartir con vosotros lo que compartimos nosotros.
También esperamos que lo leáis entre dos.