Una de las herramientas de selección de personal más empleadas en la actualidad por los especialistas en recursos humanos para optimizar sus resultados, es el Assessment Center, técnica de evaluación de competencias (conocimientos, habilidades y actitudes) que tiene como fundamento la observación y registro, por parte de observadores entrenados, de las conductas generadas a través de la aplicación de una serie de actividades que ponen a los participantes en situaciones similares a las que se enfrentarán en el día a día laboral.
La metodología que se utiliza es la mezcla de varias técnicas de evaluación como: las pruebas de habilidad o de personalidad, entrevistas, ejercicios de gestión, bandejas de entrada, juegos de negocios, simulacros y dinámicas grupales, con las que se intentan observar ciertas conductas que nos llevan a evaluar competencias como la planificación, habilidades cognitivas, liderazgo, negociación, entre otros, de los candidatos.
Dentro de este conjunto de técnicas destacan las dinámicas de grupo, usadas para ver cómo interactúa un grupo de candidatos entre sí, a quienes se les plantea una situación sobre la que tienen que tomar una serie de decisiones en un tiempo limitado. Esto permite analizar qué candidatos tienen las capacidades necesarias para un determinado puesto.
El auge en el empleo de las dinámicas se debe a que la probabilidad de acertar en la selección, según expertos, supera el 90%, debido a que estas técnicas ponen al descubierto gran cantidad de rasgos de personalidad al hacer entrar a los candidatos en contacto con otras personas, algo que no permite ninguna otra técnica de selección. Es una manera de detectar las competencias genéricas de cada candidato y comprobar, en vivo y en directo, su comportamiento respecto a un grupo de trabajo.