Educar significa formar a la persona para que pueda construir y construirse de manera activa y consciente.
Los niños y niñas que subsisten en la calle también tienen ese derecho.
Más de 94 mil infantes y adolescentes en México están en extrema desventaja social y trabajan en la calle. Sus ocupaciones les permiten sobrevivir, pero pierden la oportunidad de tener una vida mejor, además de que enfrentan innumerables riesgos, como el uso de drogas.
Este libro brinda la ayuda necesaria para la capacitación de los educadores de calle, así como la prevención y el desaliento del consumo de sustancias.
Mediante el conocimiento y la reflexión sobre las circunstancias que los llevaron a la calle, su situación, el ambiente que los rodea y sus motivos para consumir drogas, por un lado; y con planes de trabajo y herramientas de análisis, por el otrol, el educador de calle encontrará nuevas maneras de ganar confianza, elevar su autoestima, apoyarlos y desalentar el consumo de drogas.
Contiene ejercicios para reflexionar y autoevaluar el trabajo y el papel del educador de calle.