El clima de convivencia del aula constituye un factor clave para el proceso de enseñanza/aprendizaje, y también para el bienestar del alumnado y del profesorado. Es difícil aprender bien y estar a gusto en clase sin que exista un mínimo orden en el aula, un respeto por el profesorado y por los compañeros o un aprecio por el conocimiento y la educación.
Lo que aquí se ofrece es un plan, un modelo de intervención educativa que se ha ido trabajando, experimentando y perfeccionando durante largos años de vida profesional de los autores en todos los niveles de la enseñanza obligatoria, y que promete resultados tras varias semanas de trabajo concienzudo y sistemático. Estamos convencidos de que el esfuerzo vale la pena, pues en un tiempo razonable habremos conseguido un clima de clase mucho más positivo, en el que el alumnado participe activamente en la vida del aula, sea respetuoso, cumpla las normas, sepa cómo abordar los conflictos y asuma sus responsabilidades; y el profesorado trabaje en un ambiente más gratificante, estimulante y relajado, otorgando a su alumnado la autonomía y responsabilidad necesarias para una autentica educación.