La adopción toca las fibras más sensibles de la emoción, del amor y de las dificultades de comprensión mutua. Estamos hablando de expectativas e ilusiones, de puntos de confluencia, de caminos en paralelo, de líneas divergentes también.
Por eso todas las personas implicadas precisan de guías, de apoyos, de libros, de explicaciones, pues siguen asaltando las dudas, cuando no algún escondido miedo y muchas esperanzas y alegrías.