Culpa, vergüenza, estigma, sentimiento de abandono y deseos autodestructivos son algunas de las intensas emociones que una persona experimenta cuando un ser querido decide acabar con su vida. Quienes sufren esta pérdida, los supervivientes, requieren de una ayuda eficaz que les brinde apoyo, clarificación y un espacio seguro para la expresión emocional.
Esta guía práctica brinda las herramientas necesarias a psicoterapeutas, tanatólogos, psiquiatras y cuidadores profesionales en general, para que sean capaces de ofrecer una orientación psicológica que contenga el trauma, capacite para manejar el dolor y la ira, ayude a gestionar las conexiones sociales modificadas, repare el vínculo con el fallecido, restaure el funcionamiento, facilite la búsqueda de respuestas, elabore la culpa, explore la ideación suicida y apoye al superviviente a reconstruir su realidad.
Ante el creciente número de casos de suicidio en la actualidad, cada vez se necesitarán más terapeutas cualificados para acompañar a los supervivientes. En medio de la dureza de este duelo, una intervención psicológica oportuna será vital para ofrecer esperanza, alivio y protección. a los demás.