Parte de la fascinación que generan los casos perpetrados por criminales violentos y asesinos seriales parece guardar relación con las semejanzas que podemos compartir con estas mentes criminales; sin embargo, es posible establecer una clara diferencia entre ellos y nosotros, principalmente porque estas personas tienden a exteriorizar aspectos muy extremos de nuestra naturaleza humana.
Tal paradoja nos lleva a preguntarnos: ¿Cuál es la diferencia entre una personalidad íntegra y la de una persona que es capaz de cometer homicidios múltiples, de abusar de niños o de ancianos, e incluso humillar a familiares y empleados? ¿Qué sucede en nuestro cerebro? ¿Qué es la agresión? ¿Qué es la violencia? ¿Qué es la empatía?
En este libro intento responder si ¿Existen regiones cerebrales específicas para la psicopatía y para la conducta social? ¿Cómo interactúa el desarrollo cerebral con el medio ambiente para que surja un razonamiento moral? ¿Los individuos con personalidad psicopática tienen sentido del bien y del mal? ¿Pueden ser responsables de sus actos? ¿Es la conducta malévola una elección? Comprender cómo interactúan el cerebro, el medio ambiente y la genética de los individuos violentos es de suma importancia para crear programas de prevención.